domingo, 8 de mayo de 2016

EL TEATRO DEL SIGLO XVIII

RAMÓN DE LA CRUZ Y GARCÍA DE LA HUERTA.

            El teatro ocupa un lugar preeminente en el ámbito socio-cultural del siglo XVIII, la preocupación por el teatro se manifiesta en tres niveles:
1.    El interés del público.
2.    El debate teórico.
3.    La protección oficial.
           
            El tipo de teatro que se produce en el siglo XVIII se distingue de las formas y temas del teatro barroco (Siglo XVII), en donde se gozaba del favor de un público popular y mayoritario. Se intentó construir un teatro neoclásico, que fue dirigido a un sector de minorías ilustradas.

            Se trata de un teatro sometido a las reglas que emanaban de modelos teatrales franceses. Las representaciones debían proporcionar al público placer estético, entretenimiento y utilidad, al mismo tiempo que debían contribuir a la reforma cívica y social del país, que se había propuesto la Ilustración.  En términos generales puede afirmarse que la instauración de un teatro neoclásico en España fracasó porque nunca gozó del favor del público.
            Sin embargo a la par, existió un teatro popular, de tono menor, que contó con el aplauso del público. Aquí se destaca el teatro de Ramón de la Cruz y García de la Huerta.


            García de la Huerta utilizó el molde neoclásico, pero construyó una tragedia de asunto nacional. La acción de la obra se desarrolla linealmente, sin acciones secundarias que interrumpan la principal.            


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