jueves, 2 de junio de 2016

Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque de Rivas

El teatro romántico

            Ángel de Saavedra, conocido como el Duque de Rivas, sufrió persecución por sus ideas liberales y tuvo que exiliarse a Londres, donde se puso en contacto con la poesía romántica inglesa. Luego de regresar a España, fue ministro de Gobernación en 1836 y director de la Real Academia Española. De sus obras literarias se destaca Don Álvaro o la fuerza del sino, que rompe con las reglas del neoclasicismo y ejemplifica el prototipo del drama romántico.

            Don Álvaro o la fuerza del sino, fue representada por primera vez en Madrid durante el año de 1835; significó el triunfo del Romanticismo en el teatro.



            La historia narra las trágicas aventuras de un héroe perseguido por el sino, el misterio, el amor y la muerte, con una mezcla de tipos y de tonos, lances, imprevistos, etc.

            El personaje central de Don Álvaro la fuerza del sino encarna al héroe romántico, víctima del destino y del rechazo social. Tiene un romance con doña Leonor, hija del Marqués de Calatrava, quien no aprueba esos amores. Don Álvaro decide raptar a doña Leonor. En la huida de los amantes, el Marqués muere accidentalmente. Este suceso da inicio a la tragedia de los protagonistas. Doña Leonor vive oculta durante un año, de modo que todos, incluso don Álvaro, la creen muerta. Don Álvaro viaja a Italia. Los dos hijos del Marqués (don Carlos y don Alfonso) juran vengar la muerte del padre y salen en busca de don Álvaro. En Valetri se encuentran y reconocen a don Álvaro. Se lleva a cabo un duelo en donde perece don Carlos. Don Álvaro se refugia en el convento de los Ángeles, en España, donde vive como fraile por cuatro años. Don Alfonso viaja al Perú y descubre toda la verdad sobre don Álvaro, por lo que regresa a buscarle. Acontece un segundo duelo donde se enfrentan don Álvaro y don Alfonso, en el cual cae herido éste último. Se descubre que doña Leonor vive en la cercana ermita y don Alfonso, creyéndola cómplice de don Álvaro, la mata.  De esta forma, para don Álvaro,la única escapatoria a su destino es el suicidio desesperado; que es ante todo un acto de rebeldía y la última manifestación de la libertad individual del personaje. 

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