domingo, 29 de junio de 2014

La generación en torno a la revista Taller

            En el año de 1938, una generación de escritores, que se había dado a conocer con cierta inseguridad en las revistas Barandal (1931-1932), Cuadernos del Valle de México (1933-1934) y Taller Poético (1936-1938), se concentra en torno a la revista Taller (1938-1940).

            Rafael Solana, el fundador de la revista Taller poético, en 1938, invita a comer a Efraín Huerta, a Quintero Álvarez y a Octavio Paz, con la finalidad de comunicarles su decisión de transformar a Taller Poético, en una revista literaria más amplia, en la que, además de poesías, se publicasen cuentos, ensayos, notas críticas y traducciones; para ello necesitaba la ayuda de sus invitados.

            Tras este encuentro, se formó el pequeño grupo de responsables de la primera época de Taller. El primer número apareció en el mes de diciembre del año 1938 y fue publicado únicamente por Rafael Solana.         
            En el primer número aparecieron unos fragmentos de Octavio Paz, en prosa, versos de Efraín Huerta, un artículo en la sección denotas de Alberto Quintero Álvarez, así como un excelente ensayo del mismo Solana, un texto del oaxaqueño Andrés Henestrosa, que lleva por título Retrato de mi madre y algunos poemas inéditos de García Lorca.

            La generación de Taller deja ver una impaciencia ante la frialdad y la reserva con que la nueva generación veía a las luchas revolucionarias mundiales.



viernes, 27 de junio de 2014

Literatura Indigenista

            Sobresalen como representantes de esta corriente, surgida como consecuencia de la Revolución Mexicana: Gregorio López y Fuentes, Mauricio Magdaleno y Rosario Castellanos.

            Esta literatura nacida en los años 20’s del siglo XX, describe la reivindicación de los derechos de los indígenas, tiene como objeto los indígenas y sus problemas.

            Su orientación es siempre de denuncia de las condiciones de marginación y explotación del indio en el sistema productivo, económico, cultural y social del país.


            La literatura indigenista se declina en formas muy distintas, desde el más puro realismo social, hasta ficciones donde se destaca la dimensión mítica o hasta formas de narrativas más experimental.


domingo, 22 de junio de 2014

La Literatura de la Revolución Mexicana

             Entre 1910 y 1920 se vivió en México un proceso caracterizado especialmente por revueltas armadas, reclamos sociales y disputas por el mando político. A este segmento nacional se le ha dado el nombre de Revolución Mexicana y se inicia con el derrocamiento del gobierno de Porfirio Díaz.
            Como todo proceso histórico, la Revolución Mexicana trajo consigo cambios en las esferas políticas, económicas, sociales, artísticas y culturales.         

            En el ámbito literario afloran nuevas expresiones y formas de ver la realidad, así como la transición del país. Algunos de los escritores vivieron de manera directa la batalla, por lo que buscaron la correlación entre su obra y el medio socio-histórico en que participaron.

            La autora María de Lourdes Franco expresa que “la literatura no trata de imágenes heroicas y estilizadas sobre la grandeza del indio, su estirpe de monarcas y dioses mitológicos, sino que trata de pintar a un bajo pueblo real, palpitante en toda su crudeza y al mismo tiempo en toda su potencialidad.”

            El cuento y la novela fueron las formas narrativas que se desarrollaron como productos estéticos. El cuento de la revolución es consciente de las problemáticas sociales (destaca al pueblo en medio de la miseria, el soldado en baños de sangre, el pelotón que estallaba en medio de las balas, el hambre presente en la mesa del campesino, etc.). La novela de la revolución es hecha de cuadros sucesivos a manera de secuencias fotográficas ya que en la mayoría de los casos son el producto de experiencias directas.
            Entre los novelistas más destacados de la revolución se encuentran: Mariano Azuela, Martín Guzmán, Rafael F. Muñoz, José Vasconcelos, Mauricio Magdaleno, Julio Torri, Nellie Campobello y José Rubén Romero.
            La primera novela considerada dentro de este género es Los de Debajo de Mariano Azuela. 





miércoles, 18 de junio de 2014

El Ateneo de la Juventud

               El Ateneo de la Juventud fue una asociación civil que tenía como propósito erradicar la vieja forma de ver y pensar la cultura, para verla como esencia de la educación y el desarrollo del país, tomando como ejemplo, a Antonio Caso, José Vasconcelos, Alfonso Reyes y Diego Rivera, entre otros.

            El Ateneo de la Juventud está integrado principalmente por estudiantes o egresados del nivel superior, hartos del viejo régimen porfirista y del grupo de intelectuales que le daba ideóloga a su gobierno. Esta asociación hacía presencia en diferentes ámbitos de la vida cultural y comienza a sembrar nuevos ideales en temas como la educación, las artes y la cultura.

            El Ateneo de la Juventud logró introducir a México, nuevas prácticas para la producción y la difusión de las humanidades, principalmente de la literatura, la filosofía y la filología.

            De esta forma la llamada generación del Ateneo, propone la libertad de cátedra y de pensamiento. Tenía como objetivo primordial la reafirmación de los valores culturales, éticos y estéticos en los que México y América Latina lograran emerger como una nueva sociedad y realidad política, dejando de lado el desdén del porfiriato, por el nacionalismo mexicano que se vio reflejado en una afición por otras culturas, como la francesa, alemana y norteamericana.

            Con el Ateneo de la Juventud se da un carácter latino y nuevo a las ideas y pensamientos mexicanos.