jueves, 14 de julio de 2016

De la novela de aprendizaje a la objetivista: Laforet, Cela y Sánchez Ferlosio.

         La producción novelística después del año 1945 comenzó a ser tan grande y tan distinguida que superó lo logrado en las tres primeras décadas del siglo XIX. Se destacan entre los escritores a Carmen Laforet, Camilo José Cela y Rafael Sánchez Ferlosio.





            Un rasgo específico de esta generación literaria, es apartarse de la fórmula estético-intelectual e inclinarse a favor de una mayor humanización y realismo. Se aborda la cruda realidad de España, sin esteticismo y sin convencionalismos sedantes. Se ofrece una auténtica imagen de las cosas por el camino de la confesión individual: sátira despiadada, gesto desolado, emoción nostálgica.

            Predomina el carácter autobiográfico. Interesa más la descripción de la intensidad vivencial, que el propósito de innovar alguna técnica de estilo literario.


            Se inicia esta nueva tendencia en 1945, con La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela y la novela Nada de Carmen Laforet, que tuvo una enorme resonancia.


            Más adelante se destaca Rafael Sánchez Ferlosio, en 1955, al obtener el premio Nadal por su obra titulada El Jarama.





            Se trata de una generación de novelistas que vivió la guerra civil en su niñez, es gente comprometida con el régimen; la rebeldía de estos jóvenes lleva al realismo, al intento de contar las cosas “como son”.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario