La producción
novelística después del año 1945 comenzó a ser tan grande y tan distinguida que
superó lo logrado en las tres primeras décadas del siglo XIX. Se destacan entre
los escritores a Carmen Laforet, Camilo José Cela y Rafael Sánchez Ferlosio.
Un rasgo específico de esta generación literaria, es apartarse de la fórmula estético-intelectual e inclinarse a favor de una mayor humanización y realismo. Se aborda la cruda realidad de España, sin esteticismo y sin convencionalismos sedantes. Se ofrece una auténtica imagen de las cosas por el camino de la confesión individual: sátira despiadada, gesto desolado, emoción nostálgica.
Predomina el carácter autobiográfico.
Interesa más la descripción de la intensidad vivencial, que el propósito de
innovar alguna técnica de estilo literario.
Se inicia esta nueva tendencia en
1945, con La familia de Pascual Duarte
de Camilo José Cela y la novela Nada
de Carmen Laforet, que tuvo una enorme resonancia.
Más adelante se destaca Rafael
Sánchez Ferlosio, en 1955, al obtener el premio Nadal por su obra titulada El Jarama.
Se trata de una generación de novelistas que vivió la
guerra civil en su niñez, es gente comprometida con el régimen; la rebeldía de
estos jóvenes lleva al realismo, al intento de contar las cosas “como son”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario