martes, 21 de junio de 2016

EVOLUCIÓN DE LA NOVELA DEL REALISMO AL NATURALISMO

            El Realismo es una corriente estética de las artes que prevalece en toda Europa durante la segunda mitad del siglo XIX y tiende a representar lo real y lo concreto, evitando cualquier tratamiento realizador o subjetivo.

            Mientras que el Romanticismo busca la fuente de inspiración en el mundo interior, el Realismo pretende reflejar la realidad externa de forma objetiva y despersonalizada por medio de la observación y la documentación. Su género principal es la novela.

            Los cambios sociales que se producen en el siglo XIX llevan a la burguesía a convertirse en la clase dominante, de su época. El Realismo refleja, por lo tanto los intereses de la burguesía. Se deja el sentimentalismo e idealismo romántico y se tratan temas más cercanos al entorno inmediato. Los héroes apasionados e idealistas de la literatura romántica son sustituidos por personajes comunes, de clase media, que viven conflictos propios de su época y con los que el lector se identifica.

            El Naturalismo es una corriente iniciada en Francia por el novelista Émile Zola, “extiende su descripción a las clases más desfavorecidas, intenta explicar de forma materialista y casi mecanicista la raíz de los problemas sociales y alcanza a hacer una crítica social profunda.”[1]El Naturalismo es la culminación del Realismo.

                  Se considera que el Naturalismo es una evolución del Realismo. La mayoría de los autores realistas evolucionan hacia esta nueva corriente. En la narrativa española, resulta difícil distinguir entre Realismo y Naturalismo, pues de éste último sólo se encuentran algunos ejemplos en la novela de Galdós y en algunas páginas de Clarín, así como las novelas de Emilia Pardo Bazán La tribuna (refleja la vida dura de una fábrica), Los pazos de Ulloa y La madre Naturaleza (recogen gente y paisajes gallegos, traspasados por pasiones violentas).








[1] Moreno, Emérita. “Introducción al Realismo y Naturalismo en la novela del Siglo XIX”, Sevilla, 2007. P. 24

No hay comentarios.:

Publicar un comentario