Se conoce como polisemia a la variedad de acepciones que
posee cada término que forma parte del vocabulario o que se le atribuyen a los
signos lingüísticos. También la polisemia se refiere a la multiplicidad de
significados que tiene una frase o expresión más allá de las particularidades
de sus signos. Cuando el hablante juega con las palabras o emplea la metáfora.
El problema de la polisemia radica
cuando a una misma expresión, que no a un mismo significante, le corresponde
más de un significado.
Tradicionalmente se habla de
polisemia cuando una misma palabra posee sentidos diferentes. “Las palabras no
se actualizan de manera aislada, sino que lo hacen siempre en un contexto.
Cuando aparecen contextos diferentes, las palabras adquieren sentidos también
diferentes y, con el tiempo, llegan a consolidarse.”[1]
Un caso de la polisemia procede de
la especialización de un medio social. Por ejemplo la palabra operación tendrá un sentido diferente
según la emplee un militar, un médico, un matemático o un economista.
Otra fuente de la polisemia viene
dada por la semejanza y contigüidad de significados. Se trata de la metáfora y
la metonimia. En el primer caso se habla, por ejemplo, del uso figurado; en el
segundo caso se habla cuando se designa una cosa o idea con el nombre de otra (se comió dos platos-comerse el contenido de
dos platos. Los niños son la alegría de la casa- que causan felicidad).
Las unidades léxicas son totalmente iguales en el plano de la expresión (en forma) y divergen en el plano del contenido (en su significado); al mismo tiempo tienen los mismos elementos semánticos. Por ejemplo la palabra “cobija” significa en algunas regiones peninsulares “mantilla que usan las mujeres para abrigarse la cabeza”. En la mayoría de las variantes nacionales de Latinoamérica dicha palabra significa “manta” o “frazada”. En este caso se trata del desarrollo de una de las categorías léxicas del español: la polisemia. latinoamericanos y significa “tomar”, “agarrar”, pero está proscrito en muchos países latinoamericanos (Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Cuba, Perú y México), porque significa “copular”. Este ejemplo demuestra la importancia del buen conocimiento del uso latinoamericano de algunas unidades léxicas.
[1]
García, Juan. “Polisemia y monosemia en el léxico. Homonimia, sinonimia y
antonimia”, Madrid, España. 2006. P. 3