jueves, 5 de mayo de 2016

Temas y problemas de la literatura dieciochesca

         Recibe el nombre de literatura dieciochesca a la que predomina en el siglo XVIII en España.

 
      Se pueden diferenciar tres tendencias:
a)    La clasicista o neoclásica.- heredera del clasicismo que se  desarrolló en forma simultánea al barroco, en el siglo XVII.
b)    La ilustrada: se vincula a la corriente filosófica e ideológica de la Ilustración y la Enciclopedia.
c)    La prerromántica.- rechazaba la estética neoclásica y es el antecedente del romanticismo del siglo XIX.

           Durante el siglo XVIII se produce en Europa un cambio importante en todos los órdenes; es el siglo de la Ilustración (movimiento nacido en Francia que tenía como finalidad divulgar el saber, fomentando el espíritu crítico y el culto a la razón).
            Valores y conceptos que precedían a la sociedad del Barroco entran en crisis y poco a poco van desapareciendo.

            España se hundió en la decadencia,se instaura en el Poder la dinastía borbónica. La política desarrollada por los Borbones es la fiel representación del modelo del Antiguo Régimen: el absolutismo, donde el rey controla todo lo que se encuentra bajo su poder y es la fiel encarnación del Estado. Los Borbones introdujeron en España los modelos administrativos franceses.

            Lo que concierne a la literatura ilustrada, ésta se caracteriza por ser preferentemente crítica y didáctica. El género dominante es el ensayo, que permite la libre exposición del pensamiento y de distintos contenidos ideológicos. Para la literatura se inicia una época en que los escritores son cultos, curiosos y fecundísimos e infatigables trabajadores.

            “De 1680 a 1750 aproximadamente, fuera de las universidades que se niegan a aceptar cualquier novedad, pequeños grupos de hombres, grandes señores, eclesiásticos cultivados, eruditos e intelectuales de origen a veces modesto, discuten en reuniones periódicas (tertulias) sobre ciencia y filosofía nuevas, sobre historia y literatura.”[1]   

            Las características de la literatura dieciochesca son:

Ø  Utilitarismo: predominio de la razón sobre el sentimiento o la imaginación. Se abandona la idea del arte por el arte: la literatura debe buscar la verdad, no la belleza.
Ø  Finalidad didáctica: se vuelve al principio clásico de “enseñar deleitando”. La literatura debe educar y ayudar a dar formación al pueblo.
Ø  Se estudia a los clásicos para determinar las reglas de los géneros literarios.
Ø  El artista debe buscar la claridad, la sencillez y el buen gusto.



[1]Canavaggio, Jean “Historia de la literatura española: El siglo XVIII, volumen 4. El siglo XVIII”, Barcelona, 1995. P. 11

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