jueves, 31 de julio de 2014

Formas de comprensión del lenguaje

           
                  La comprensión del lenguaje es un tema complicado y puede ser abordado desde diferentes puntos.


            La exposición se agrupa en torno a tres núcleos fundamentales: reconocimiento de palabras, comprensión de oraciones y comprensión de unidades lingüísticas superiores a la oración, como los textos de discursos. 

              El orden seguido viene dado por la secuencia temporal en que los mismos ocurren. Es imposible comprender una oración sin haber reconocido y comprendido las palabras componentes en su totalidad o en su mayoría, y lo mismo se puede decir acerca de los textos; es condición indispensable que previamente a llegar al contenido global de un texto se haya identificado el significado de las oraciones individuales.

Para más información de este tema lee el artículo: Sintaxis, Semántica y Pragmática

martes, 15 de julio de 2014

Breve reseña histórica de la Lingüística

        Al iniciar una breve reseña de la historia de la lingüística es necesario definir el significado y alcance de la palabra lingüística. En su acepción más amplia y general, se puede decir que la lingüística es la ciencia del lenguaje y abarca por lo tanto todos los estudios que tengan por objeto el lenguaje o algunos aspectos del lenguaje. En un plano más exclusivo, la lingüística tiene como objeto de estudio a la lengua.

            Dentro del campo de la Historia de la Lingüística entran: la Gramática, la Filología, la Lingüística comparada de carácter histórico o diacrónico, la Lingüística descriptiva o sincrónica, la Lingüística general, la Teoría del Lenguaje, la Filosofía del Lenguaje, etc.

            El avance de las ideas sobre el lenguaje aparece inicialmente en la Biblia, con ciertas alusiones de carácter etimológico o en consideraciones ingenuas y primitivas sobre el lenguaje hablado en los egipcios.

            En la antigua Grecia el lenguaje es visto desde un punto de vista filosófico y atendiendo exclusivamente a su propia lengua. Esta actitud filosófica se halla en Roma, en la Edad Media, en el Renacimiento y continúa hasta la actualidad.

            Los griegos comenzaron por organizar lo que se llamaba gramática, se proponían únicamente a dar reglas para distinguir las formas correctas de las formas incorrectas de la lengua; dicho estudio fue seguido por los franceses. Después apareció la filología, se asocia con el movimiento científico creado por Friedrich August Wolf a partir de 1777.

            En el siglo XVIII comienza a desarrollarse una ciencia del lenguaje independiente de la filosofía. Se tiene en cuenta la diversidad de lenguas existentes y se pone atención a la evolución constatable que han tenido esas lenguas. En 1816 Franz Bopp estudió las relaciones que unen el sánscrito con el germánico, el griego, el latín, etc.

           La lingüística propiamente dicha, nació del estudio de las lenguas romances y de las lenguas germánicas. Pero la gran revolución, la transformación total se produce con el suizo Ferdinand Saussure, en el siglo XIX, que dejando a un lado los estudios tradicionales de la lengua escrita y los escritos historicistas de la evolución y relaciones entre las lenguas, analiza el lenguaje a partir de la expresión oral dada en un momento determinado, es decir, en el actual. Así nace la lingüística estructural moderna. Él sentó las bases que convirtieron a la lingüística en una ciencia, principalmente al definir el objeto de estudio.




            En el siglo XX el lingüista estadounidense Noam Chomsky crea la corriente conocida como generativismo, en donde hay un desplazamiento del foco de atención que pasa de ser la lengua como sistema a la lengua como producto de la mente del hablante, la capacidad innata para aprender y usar una lengua. Según Chomsky, la capacidad de aprender una lengua es genética.



            A finales del siglo XX toma fuerza la escuela conocida como funcionalista, esta corriente considera que el lenguaje no puede ser estudiado sin tener en cuenta su propia función: la comunicación humana. La figura más destacada de esta corriente es el holandés Simon Dik.


            Tanto el generativismo como el funcionalismo persiguen explicar la naturaleza del lenguaje y han configurado el panorama de la lingüística actual, de ellas y de sus mezclas arrancan prácticamente todas las corrientes de la lingüística.

lunes, 14 de julio de 2014

Comunicación animal y lenguaje humano

Saludos.

En este mes de julio 2014, trataré temas de la lingüística general.


COMUNICACIÓN ANIMAL Y LENGUAJE HUMANO

            A menudo se usa la palabra lenguaje de forma poco técnica; se habla del “lenguaje de los colores”, del “lenguaje de las flores” y también del “lenguaje de los animales”. Estas extensiones metafóricas son perfectamente permisibles en el uso diario, pero en sentido estricto se reserva el término lenguaje para el tipo de comunicación verbal humana y en cualquier otra forma de transmisión de informaciones, el término correcto es comunicación.

            De esta manera se puede hablar de “comunicación animal”, por un lado, y de “lenguaje (humano)” por otro.


            En el reino animal (dejando de lado la especie humana) existen diversas formas de comunicación: los ultrasonidos de los delfines, los gritos de los chimpancés, el despliegue del plumaje del pavo real, el lomo arqueado de los gatos, los cantos de los pájaros, los ladridos de los perros, etc. son auténticas señales, interpretables por los miembros de cada especie y tienen consecuencias en el comportamiento de los demás animales.

            En todas las especies animales existe la comunicación, entendiendo a esta como la acción por parte de un organismo, tal que altera la probabilidad del patrón de conducta en otro organismo. Dicha comunicación es más rica a medida que el animal es más complejo.

            En general la comunicación animal está dominada por el instinto y, las señales emitidas hacen referencia a temas como, la alimentación, la reproducción, el peligro, la amenaza, la defensa del territorio, etc.

            Las características de la comunicación animal que el autor Jesús Tusón Valls, indica en su obra Introducción al lenguaje son las siguientes:
           1) La comunicación es cerrada
            2) Los estímulos provocan necesariamente una reacción determinada.
            3) La señales son un todo inanalizable.”

            En cambio el lenguaje humano es abierto; los estímulos pueden provocar reacciones no previstas, las señales son articuladas y permiten una combinatoria muy rica.



            La inmensa mayoría de la comunicación animal es de tipo gestual, y por ello los animales tienen que verse unos a otros para comunicarse.


            El lenguaje humano es de tipo oral-auditivo en contraste con la vía gestual-visual de los animales.